domingo, 23 de enero de 2011

LA ESCRITURA

Escribo que la escritura, que el surgimiento de la escritura, nos pernitió pasar de una sociedad basada en lo oral, en las tradiciones orales, caracterizada por la memoria individual de sus integrantes,  a una sociedad con memoria colectiva, en la que la escritura sirvió para crear unas estructuras sociales más complejas, basadas en la permanencia escrita del Derecho, en la memoria social a través de la Historia, en la transmisión de conocimientos y en los avances tecnológicos.

Todo ésto nos ha permitido llegar a la sociedad actual y en oposición a ello se haya la Literatura.

La Literatura es la permanencia escrita de la memoria individual del literato, la sublimación del individuo frente a la sociedad, una impostura, un desafio. Todo autor es un rebelde que arroja sus ladrillos contar la luna del escaparate de la sociedad, algunos logran romperla, otros tan solo son capaces de lanzar tímidos chinatos. Entre los que consiguen romperla unos pasan  al otro lado y empiezan a ser parte individual de la memoria social, se integran y de su rebeldía apenas queda un pálido brillo; otros no logran pasar nunca pero siempre queda alguien de entre los que pasaron que sigue arrojando piedras contra la luna.

DESPERTAR

Me despierto por las mañanas limpio de mundo, con la mente clara y fresca como el interior de una lechuga; enciendo la luz y desembalo mi cuerpo de la caricia cálida de las sábanas, para moverme en la penumbra de la casa encendiendo y apagando luces, subiendo persianas y abriendo ventanas a la huidiza, fugitiva noche que viene perseguida por el brioso corcel de luz del día.

Me levanto limpio de mundo para lavarme con agua tibia el rostro sucio de sueño en el lavabo hasta ir completándome poco a poco desde la platónica caverna del soñar; limpio de mundo ya en la cocina, comienzo a hacer el desayuno y enciendo el receptor de radio y es entonces, cuando una voz llega a mí desde kilómetros de distancia, narrando las noticias del día, cuando comienzo a ensuciarme de mundo y a dejar de ser sólo yo, arropado de la inmediata, sencilla belleza de las cosas cotidianas que me rodean.

jueves, 20 de enero de 2011

"Jarramplas"



Nabos...
Nabos...
Nabos...

Frutos vulgares del generoso vientre de la tierra, que en la mañana de hoy y en el día de ayer, atravesaron el aire de Piornal hasta impactar y destrozarse contra El Jarramplas, una especie de monstruo quimérico ataviado con un traje del que penden cientos de cintas de los más diversos colores, que completa su atavío con una máscara cónica que le cubre completamente la cabeza y que esta pintada  y adornada en imitación de la testa de un posible demonio o engendro similar.

Aguanta El Jarramplas el  incesante golpeteo de los nabos sobre su cuerpo, mientras con paso cadencioso pero firme, avanza por las piornalegas calles haciendo sonar un tambor. Su deambular es difícil, cientos de nabos lo golpean continuamente minando sus fuerzas y frenando su capacidad de avance; en ocasiones, a menudo, se ve obligado a detenerse; los nabos no cesan de impactar contra él. 

Seguirá con el ritual hasta que que sus fuerzas se lo permitan y derrengado decida dejarlo, los vecinos  de Piornal lo animan.

La fiesta se desarrolla en el día de San Sebastián y en su víspera, y no se conocen concretamente sus orígenes.

Para más información visitar:


domingo, 16 de enero de 2011

NOSTALGIA



No recuerdo bien  a través de que medio, ha llegado a mí la idea de que en el momento en el cual comienzas a mirar con nostalgia hacia el pasado, es en el que comienzas a hacerte mayor y  a entrar en la edad adulta.

Los adultos somos seres de añoranza, niños arrancados  de golpe de la infancia por la adolescencia, esa etapa incierta de la vida en la que todos nos vemos inmersos y que más tarde que temprano pasa dejándonos con un futuro incierto entre las manos y decenas de decisiones que tomar, con el temor a errar guardado en los bolsillos, como uno más de los objetos cotidianos con los que contamos (como el móvil o las llaves de casa).

La nostalgia nos lastra y nos hace demorarnos en nuestro diario vivir, es un delicioso y esponjoso algodón de azúcar, un licor suave y aromático que nos embriaga y nos transporta a tiempos pasados, con olor a naftalina en los armarios y Michael Jackson cantando Thriller.

Quien pudiera revivir por solo un momento alguno de aquellos instantes, sería como volver a casa, esa casa perdida a la que todos queremos retornar.




sábado, 15 de enero de 2011

Umbral


"El dandy debe vivir y morir frente al espejo".

Esta celebre frase de uno de los poemas de Baudelaire es la que guía y da sentido al magnifico, y sin igual libro, Las ninfas de Francisco Umbral (por el que obtuvo el Premio Nadal en 1975). En estas caprichosas memorias de juventud, el autor despliega su genial y prodigioso verbo, alcanzando cotas virtuosismo y recreando a través de sus filigranas linguísticas (al igual que en otros muchos de sus libros) su Valladolid de tedio y plateresco.

 Es Umbral sin lugar a dudas un escritor sin parangón dentro de las letras hispánicas, niño de la guerra, nació en Madrid y con pocos años se traslado con su madre a Valladolid donde creció y dio sus primeros pasos literarios, emprendiendo su carrera periodística en El Norte de Castilla promocionado por Miguel Delibes quien se dio cuenta de sus magnificas cualidades para la escritura. A lo largo de su dilatada carrera como periodista, escribió en numerosas revistas y diarios y se consagró como literato tocando todos los géneros, desde el ensayo a la poesía, pasando por la novela, las memorias noveladas (su hábitat natural), o el articulo periodístico, género en el que era un maestro, llegando a publicar numerosos libros en los cuales se recopilaban éstos.

Desde prácticamente 1976 hasta el año de su muerte en 2007 publicó una columna diaria solamente interrumpida por causas de enfermedad. En esos años escribió en El País, Cambio 16 y el diario El Mundo.

Umbral, dandy de provincias que conquistó la capital y la rindió a sus pies, verso libre del periodismo y la literatura, ornaba sus escritos de un lirismo en prosa, una poesía sin forma, unas rimas sin rima, alejandrino tras alejandrino, palabra tras palabra, orfebrería literaria al servicio de la nada.

Pueden consultarse algunos de sus escritos en:


La obra cumbre de su extensa y recomendable trayectoria, es sin lugar a dudas Mortal y rosa, dedicada a su hijo difunto, en la cual alcanza su mayor desarrollo lírico.

En homenaje a él, incluyo en este post un vídeo del grupo barcelonés Sidonie cantando su Dandy del extrarradio.



jueves, 13 de enero de 2011

Niebla



En mañanitas de plata y niebla, con los fumadores echados a la calle por ley, cuando comienza a andar el nuevo año, con las subidas de la luz y el gas minándonos la cartera y el ánimo pagadero. 

En estas mañanas, abrigado de bufanda y guantes, con el rostro frío, uno se pregunta acerca de la posible transcendencia de todo cuanto vivimos, de todas las informaciones que los medios despliegan cada día en torno nuestro y que va a quedar de ellas en los libros de texto de nuestros hijos.

La Historia es caprichosa, veloz, ruin, mala pagadora. Premia a mediocres con la posteridad, relega al olvido a gente que fue válida. Dicen que la Historia la escriben los vencedores, algo de cierto debe haber en ello, se debe haber vencido en cierto modo, ocupar una posición social cumbre, para  poder escribir la Historia o decidir cual va a ser su versión oficial al menos por un tiempo.

Nosotros los desheredados de la Historia nos veremos hundidos en sus ciénagas, o velados tras de sus telones, y tal vez sólo la casualidad nos haga salir de entre sus nieblas para acabar caminando en sus tardes de sol y paseo




domingo, 2 de enero de 2011

PÉREZ REVERTE




Arturo Pérez Reverte, espadachín literario, adalid de la justicia y de lo políticamente incorrecto, mercenario de la prosa, Alatriste con mil guerras a sus espaldas.

Con un verbo soez, desmesurado, faltón a veces; desglosa su irónica prosa contra la clase política y sus adyacentes, contra toda injusticia y todo analfabetismo, contra todo el que para conservar su posición social o sus privilegios no duda en utilizar todos los medios a su alcance.

Como literato es grandioso, con un estilo sencillo y legible, engrana unas novelas muy bien documentadas, profusas de informaciones históricas o técnicas según su temática, con el lenguaje coloquial como unificador de todas sus tramas.

Como columnista es pavoroso, temible, despliega una retórica plagada de ironía, sin dobleces, directa, sarcástica. Se reinventa a si mismo en cada columna como uno más de sus personajes, alguien justo, pero implacable.

Es grandioso, buenísimo, si alguien desea leer sus "Patentes de corso" puede hacerlo aquí.

José María Gabriel y Galán

Llego hace unos días el helador invierno, con sus matutinas heladas que encanecen por unas horas la ciudad y desecan las plantas, las queman de frío.

Cáceres es en estos días una ciudad caótica, bulliciosa, transitada. Ajena a todo este tránsito y bullicio, en pleno paseo de Cánovas, junto a la Cruz de los Caídos, se encuentra inmóvil y férrea la estatua de José María Gabriel y Galán (el poeta salmantino que rimó "Extremeñas") sobre su pedestal con bueyes labrados, con los hombros llenos de la caspa del rocío.

Dentro de unos días el 6 de Enero, en la alegre mañana de los niños, vendrán a homenajearlo como otros años, los próceres de la cultura local, abrigados de poesía y jersey de lana; quizás acompañados como el pasado año de la alcaldesa Carmen Heras, con su pelo rojo y su abrigo malva, añadiendo más color a la colorida mañana de los juguetes nuevos.

Despues del homenaje quedará, un año más, sola la efigie del poeta en pleno corazón de Cáceres (pudiendo ser vista por todos, olvidada por todos hasta el año siguiente), en la mañana de luz entre niños gozosos, felices, blancos, puros; entre padres y madres también blancos ese día, niños de nuevo; quedara solo e inexpresivo, con alguna cenefa más de excrementos de pájaro ornándolo.