jueves, 30 de diciembre de 2010

"Actualidad"

La actualidad. siempre la actualidad, vivimos doblegados a ella, siempre bajo su yugo insomne, su continuo dar vueltas en su noria, moliendo el trigo de los días, espolvoreando la blanca harina de las noticias sobre los periódicos, desde la radio o la televisión, a través de Internet ese nuevo monstruo digital que todo lo puede.

La actualidad y esa nívea harina que todo lo cubre, que levanta nubes de polvo que nos impiden ver lo que nos rodea. 

¡¡Noticias!! ¡¡noticias!! ¡¡sálvese quien pueda!!. Estamos sometidos a las noticias, a su tiránica persistencia, a su incansable  retorno, bucle sin fin. Hemos de estar informados para tomar decisiones con conocimiento, teólogos de la democracia como Giovanni Sartori lo afirman, lo postulan.

!! Que el mundo se pare que quiero bajarme¡¡ quiero dar a los periódicos la misma utilidad que les dan los mendigos, la de arropar mi cuerpo y que así no escape mi calor hacia la fría atmósfera. Ver la television como ellos la ven como un lugar de imágenes convulsas, quizá bellas, como el vagamundo con el que me crucé en Lisboa sonriente y feliz tras ver unas imágenes en el televisor que había en el escaparate de una tienda.

Quien sabe, tal vez entonces entienda el significado de esa pintada callejera que dice:

LOS POEMAS SON LAS NOTICIAS REALES

miércoles, 22 de diciembre de 2010



La suerte es calva, está hecha de madera de boj y esta mañana echó a rodar en el interior de un bombo.

No fue casualidad que durante muchos años, el anuncio de la navideña loteria, cuyo popular sorteo ha tenido lugar hoy, se anunciase a través de las excelencias de un señor italiano cuyas ideas estaban siempre frescas y nos hacía unos anuncios rapsodas a ritmo de la conocida música de Doctor Zhivago. 

No fue casualidad repito, en esto  de la suerte los calvos nos movemos bien (me incluyo pues mi cabeza ha echado a andar hacia la perfección de la esfera), es algo cotidiano para nosotros, uno ve pasar la suerte y ha de moverse deprisa para cogerla y no es por nada pero estamos menos sometidos al rozamiento, somos más aerodinamicos (vease el caso de Usain Bolt), vemos pasar a la suerte de mejor forma (el resto de la gente está sometida a los destellos de nuestra calva y no la ve bien) y  por último y no por ello menos importante creemos en la suerte, hay que creer en ella, hay que ser positivos, somos calvos, o creemos en la suerte, en que acabaremos comiendonos una rosca o dime tu "pa que coño vivimos".

Ya fuera de bromas, a otro calvo cacereño hoy la suerte le guiño el ojo, a J. R. Alonso de la Torre, que hoy decía en su artículo diario en el periódico Hoy que la lotería era algo que no existía, le vino el destino a contrariar con una serie de "El Gordo", vendida  en Cáceres

Y para terminar que mejor que recordar alguno de esos maravillosos anuncios

Antonio Burgos



Hispalense de talante y talento, hace de Sevilla, de la memoria de su Sevilla, su casi tema diario,con algunos incisos dedicados a la política nacional, en artículos incisivos e irónicos en los que hace valer el estilete de su verbo procaz.

Por encima de sus posiciones políticas conviene valorar de él, su buena prosa y su capacidad de crear desde la nada un artículo diario, con tan solo saber mirar lo que le rodea y leerlo como nadie, dotándolo  en ocasiones de esa fina ironía sevillana que tan bien maneja.

Es Antonio Burgos un literato que escribe en periódicos, con una larga lista de colaboraciones en prensa y medios en los que ha publicado, pregonero de las tradiciones de su Sevilla, compositor, etc...

Sus artículos pueden leerse en:

Articulo diario:
Articulos anteriores y otros textos
http://www.antonioburgos.com/frame_portada.html

domingo, 19 de diciembre de 2010

Belén viviente



Se acerca terrible la Navidad. Este tiempo bello de reflexión, invadido de mil consumos varios, millones de bombillas y luces navideñas iluminando las calles, casas y centros comerciales y un reguero de gentes que buscan de un lado para otro regalos, víveres y adornos.

Atrás quedaron aquellas otras Navidades, en las que aún niño, todo parecía más luminoso, menos frenético y alocado, más sencillo y entrañable.

Hoy se ha celebrado un Alconchel un Belén viviente en su castillo (castillo de Miraflores), en el que los lugareños ataviados de hebreos han escenificado el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo entre una burrita y un buey, recreando oficios varios (carpinteros, herreros, alfareros) ya en retroceso, todo acompañado de degustación de una garbanzada cocinada in situ, migas de pastor y dulces varios tanto para los participantes, como para todo el que desease acercarse a presenciar tan singular evento.

No es la primera vez que ésto se organiza; son ya varios los años que lleva celebrándose y cada vez va a más.Tiene como fecha el domingo anterior a la Nochebuena y merece la pena visitarlo.

En él se aunan las viejas y tradicionales Navidades, con estas nuevas y lúdicas.

El periódico del día

 Fotográfia de José María Mateos: RinzeWind, Flickr

Leo con fruición y alegría el periódico del pasado domingo, es algo extraño, raro incluso, y no debe haber mucha gente que lo haga, que se detenga a releer noticias desfasadas, no recientes, en esta vorágine que a todos nos afecta, que nos obliga a permanecer informados al minuto, descartando inmediatamente todo lo que no sea actual.

Leer periódicos antiguos es un sumo placer, en ellos las noticias han depositado sus posos, se han asentado y nosotros, seres sometidos a los rápidos cambios que los días  nos imponen  desde esta sociedad estresada, podemos  hacer una relectura pausada y reflexiva acerca de lo sucedido.

Los periódicos (fragantes rosas de tinta, como los describió Francisco Umbral) son sin lugar a dudas uno de los objetos más caros (dada su efímera vida) de todos cuantos se hacen en este mundo que habitamos. Pasa el día con el cual se corresponde su edición y el periódico va cambiando de sitio en la casa como un objeto inservible, desechado, que no nos atrevemos a tirar por que nos sentimos atraídos por alguna de sus fotografías de portada o por alguna de las columnas de opinión que contiene o tal vez por alguno de sus artículos.

Se va convirtiendo en un ser manoseado, que guarda para sí todas las manchas de grasa que pueden darse en la cocina o en el salón, que atrae al café y  a los alimentos, que abrimos mil veces cuando lo tenemos a nuestro alcance para cerrarlo casi de forma inmediata al volver a toparnos con sus noticias ya pasadas, olorosas. Al final acabamos apilándolo, con otros de sus congéneres tipográficos, bajo la pila del fregadero con la lírica función entre otras de verse desojado para ser repartido sobre un suelo recién fregado, o para retener encima de sí el café recién molido.

Son los periódicoc coágulos del tiempo en tinta, actualidad varada sobre unas hojas de papel, que como este se va deteriorando.

martes, 14 de diciembre de 2010

Morente

Amanece tendida sobre Badajoz la niebla hálito de plata del río; amanece el día con una luz blanca y líquida, tristona; amanece la ciudad con penachos de algodón flotando entre sus edificios como si algo pudiera romperse. Ayer murío en Madrid el granadino Enrique Morente, quizás por eso el día sea tan frágil.

"El ronco del Albaicín" como a él le gustaba que lo llamasen se nos ha ido, ya no resonará más su voz de agua clara cantando algo que se parece al flamenco pero que no lo es, aunque tenga su esencia, aunque suene dentro de sus palos, aunque su entonación suene a flamenco. Enrique no cantaba flamenco, o no cantaba sólo flamenco, cantaba su alma en cada cante, él que huía del purismo y que se atrevía a hacer su cante al compás de las guitarras de Sonic Youth, o de sus paisanos los también granadinos Los planetas, él,Morente, alma pura de niño.

domingo, 12 de diciembre de 2010

CASTAÑAS


Llegan con el frío, desde finales de octubre inundan con su agradable olor lugares tan transitados como la Avenida de Huelva en Badajoz (en el tramo de paseo que queda frente a la pastelería Ansorena), o la concurrida y populosa Plaza de San Juan de la capital cacereña. Nos llegan con su aroma antiguo, confortable, con remenbranzas de bufanda de lana y tardes de domingo; las manos frías, embutidas en los guantes que buscaban con premura el inestable cucurucho de papel de periódico en que iban envueltas, para refugiase en su calor, calentarse, acurrucarlas.
En el camino hacia casa nos quitábamos uno de los guantes,  cogíamos una de las varias castañas que se contenían en el envoltorio y casi quemándonos los dedos la íbamos pelando con cuidado; en algunas ocasiones habíamos de soplar para enfriarla y de su interior saltaban pavesas breves que el gélido viento enseguida apagaba;  eran aquellos unos inviernos más fríos o nuestra caprichosa memoria así los recuerda.

Hoy los castañeros siguen vendiendo sus "calentitas" en los concurridos rincones de nuestras ciudades y su perfume voraz nos llena a algunos de cálidos recuerdos como si sostuvieramos entre las manos uno de sus cucuruchos tipografiados.

¿Cómo recordarán las nuevas generaciones los tiempos de su infancia? ¿Lo harán con  la simpleza de unas castañas asadas?


sábado, 11 de diciembre de 2010

TRANSCURRIR, TRANSCENDER

Llueve, con ese pertinaz repique de tambor que sólo la lluvia conlleva, con esa costumbre adquirida durante siglos, milenios, millones de años, con un golpeteo tenue, susurrado,  que me adormece y entrega a Morfeo.
Dormir, morir, tal vez soñar: Shakespeare, ser visionario lo escribió, lo intuyó; dormir para escapar a través del sueño de la locura voraz y cambiante de lo que nos rodea, morir para este mundo y vivir otra realidad entre sueños, no sabiendo que es lo más real si lo soñado o lo vivido (acaso no vivimos también los sueños).

Pero toca despertar, la realidad se nos presenta envueltos en sábanas como un vestido tumular que nos cubre y hay que levantarse para lavarse la cara del sueño acumulado durante la noche, caminar hasta la cocina para prepararse el desayuno y entregarse a la incansable actualidad tras encender la radio. La rutina es tenaz, incansable, deliciosa, agridulce. 

En nuestro cotidiano vivir solo cambian día tras día algunos matices, las noticias que nos rodean y su hipotética repercusión en nuestras vidas, repercusión que la mayoría de las veces es solo un pequeño tramite o matiz, ampliado y magnificado por los medios, un paso más hacia ningún lugar.

Cambian las cosas que hacemos a diario, o más bien como las hacemos y como nos entregamos a su realización con pasión o hastío, cambian las palabras que nos acompañan durante el día (el ser humano, ser semántico vive y es a través de las palabras), palabras que estallan, que crean, que traen nuevos significados o conocimientos a nuestras vidas, palabras que nos alimentan, que nos permiten comunicarnos y crecer, cambia todo a nuestro alrededor y sin embargo permanece inmutable, ya que nada cambia, cambiamos nosotros y mañana tras del febril, quimérico, reparador sueño, despertaré de nuevo a la pertinaz rutina diaria con los cambios que hoy haya incorporado a mi vida, con las palabras nuevas titilando como velas con una corriente de aire, acurrucadas en mi mente esperando para ser usadas.

J. R. Alonso de la Torre


Por entre las aguas revueltas en las que nada Julian Assange, emergiendo a través de la desidia de los controladores aéreos, un hombre boga a contra corriente haciendo de Muface, del aceite o del frío que la pasada semana nos heló el alma y el cuerpo su gran temática, su modo de remar contra la crisis (también psicológica) que nos vacía los bolsillos y nos atenaza el corazón.

Su nombre es J. R. Alonso de la Torre, cacereño de épica y prosa, columnista del Diario Regional Hoy, voz de lo inane, de lo pasajero, de lo sin importancia. Cronista de lo cotidiano construye sus columnas desde la adquisición de un pequeño detalle al cual le va solapando hechos o narraciones de historias comunes a cualquiera de nosotros hasta conseguir una pequeña oda que tomando la forma de artículo periodístico traspasa las páginas del periódico para pasar a formar parte de las vivencias de sus lectores.

Entre la gran variedad de temas que trata, a menudo saca a pasear a su suegra por entre sus textos, una vez trayendo un pastel a casa, otras como regaladora de aceite, construyendo así un personaje benefactor y peculiar, alejando a su suegra de ficción del tópico que otros como Forges crearon y elevando a ésta a la categoría de madre benefactora que se rasga cual pelicano las entrañas para alimentar a su prole aunque sea adoptada.

Es un placer leerle en su casi diaria columna y es algo que recomiendo a cualquiera que quiera huir del ruido diario de gallinero de la política española.

viernes, 3 de diciembre de 2010

La esencia y la verbena

Esencia de verbena es una película de Ernesto Giménez Caballero de 1930 a la que presta su voz el heterogeneo Ramón Gómez de la Serna. En el film se hace un recorrido por las  verbenas de aquel Madrid retrotraído en si mismo, con la grasa de los churros impregnando el aire y las modistillas bailando a ritmo de chotis, pura delicia etnográfica y costumbrista.

¿Por que nombrar de este modo a mi blog?

Atrás quedaron esas verbenas, su esencia huyó del aire, se diluyó en los vientos y en las borrascas y hasta nosotros solo ha llegado un eco romántico que apenas las evoca. Atrás queda a diario nuestro cotidiano vivir, nuestro movernos en el mundo y sentirnos parte de él, las noticias y la actualidad que nos rodea y como nos influyen y modelan nuestra existencia, y de todo ello solo queda un pálido remedo, una ilusión de funambulista quizás sólo asible mediante la literatura, o tratándose de la actualidad por el periodismo, por el periodismo literario en cuyas filas militaron Giménez Caballero, y Ramón Gómez de la Serna y sus vanguardias.

VERBENA: Fiesta popular con baile, que se celebra al aire libre y generalmente por la noche

Hay en este blog el febril intento de alguien de tomar el pulso a lo que puede ser la actualidad y crear con ella un fugaz instante que pueda confundirse con la transcendencia.
Fotograma de la película de Giménez Caballero

Para saber más de Esencia de verbena (la película) pinchar aquí